Se encuentran principalmente subcutáneos, pero pueden en las vísceras, interóseos, subfaciales  o  intramuscular, los lipomas  gigantes  se localizan  principalmente en el tronco  o en las extremidades.   El diagnóstico  es clínico  y las características benignas  se pueden confirmar ya sea por ultrasonido, tomografía (CAT scan) o Resonancia magnética  (MRI), sin embargo, el diagnóstico definitivo es a través del examen histopatológico.

​

Las imágenes a continuación son de una paciente femenina de 45 años quien tiene crecimiento de una masa, en los dos últimos años que mide más de 20 cm clínicamente, suave e indolora a la palpación localizado en la  cara posterior de la pierna izquierda, causando afectación en la mecánica del movimiento, dolor en el hueco poplíteo y daños cosméticos. En el diagnostico diferencial se incluye el liposarcoma, tumor de tejidos blandos, maligno, que se presenta comúnmente en el retroperitoneo (abdomen) o clásicamente en los muslos.

Se le realiza tomografía en donde se describe una lesión lipoma tosa intramuscular de gran tamaño (18 cm) que no muestra características malignas (bien delimitado y encapsulado). La paciente es sometida a la resección quirúrgica de la masa con anestesia regional sin complicaciones y buena evolución.

​

​

​

​

​

​